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COVID-19 La batalla del tiempo

Plasma-convaleciente-COVID-19

¿Qué quiere decir el nuevo anuncio del gobierno sobre la utilización de plasma convaleciente para el tratamiento del SARS-CoV-2 (COVID-19)?

En primer lugar decir que este es un blog personal de literatura gestionado por un escritor que también es biólogo. Actualmente no hay nadie, en todo el planeta, que sea ajeno a la pandemia de coronavirus, COVID-19, y parece más útil compartir este tipo de información. Es por eso que escribo este post.

Quizá no muchos ciudadanos hayan entendido el anuncio del gobierno español, de comenzar a usar el plasma proveniente de pacientes convalecientes para reducir la mortandad del coronavirus y, en definitiva, salvar vidas. La intención de este artículo es explicar qué significa eso y por qué es una buena noticia para todos.

Es necesario, antes de nada, conocer mínimamente cómo funciona el sistema inmunitario ante cualquier enfermedad, para entender cuál es la nueva estrategia del gobierno español y la de algunos otros. No voy a extenderme mucho sino que lo voy a explicar de forma sencilla.

En principio y a no ser que estemos inmunodeprimidos, todos tenemos inmunidad, en forma de anticuerpos y linfocitos monoclonales específicos, para prácticamente cualquier enfermedad. Sin embargo estos linfocitos y anticuerpos están a una concentración muy baja en sangre antes de la primera exposición a la enfermedad. Durante la primera exposición a la enfermedad esos anticuerpos y linfocitos específicos deben encontrar al antígeno para el que confieren la inmunidad, en este caso el virus COVID-19. En realidad solo tienen que encontrar a unas moléculas que hay en su cápside (envoltura). De ahí que muchas vacunas se basen en inyectar solo esta parte de las proteínas y conferir la inmunidad sin inyectar el virus completo. Al encontrar a ese antígeno, estos anticuerpos dan la voz de alarma y los linfocitos que los crean se reproducen de forma monoclonal para empezar a defenderse del virus. Habrá entonces más linfocitos específicos y más anticuerpos que se adherirán al virus y se los presentarán a los macrófagos para que estos los destruyan. Esto pasa así tanto con virus como con bacterias. Los linfocitos específicos para el SARS-CoV-2 serán clonados y generarán tantísimos anticuerpos que inundarán la sangre de ellos y podrá ser superada la enfermedad en una persona con un sistema inmune fuerte. De hecho se generarán muchos más linfocitos y anticuerpos de los necesarios para superar la enfermedad, el paciente será dado de alta y, unos días después, su nivel de anticuerpos y linfocitos bajará hasta el estado de células memoria. Esto no es más que un nivel de concentración en sangre más alto que antes de la primera exposición pero mucho más bajo que después de ser superada. La inmunidad entonces consiste en que en la segunda exposición a la enfermedad, el antígeno, virus o bacteria, será reconocido mucho más rápidamente, ya que la concentración de linfocitos y anticuerpos es mucho mayor. El proceso entonces será mucho más rápido y la enfermedad en lugar de durar quince días quizá dure dos. Ganar la batalla del tiempo es imprescindible en este tipo de enfermedad y es por eso que estamos confinados, eso ralentiza el proceso de infección y nos da tiempo.

Pues bien este nuevo remedio no es definitivo pero nos hará ganar mucho tiempo, porque es un proceso rápido con el que podemos salvar muchas vidas antes de tener la solución definitiva que sería la vacuna.

¿En qué consiste la aplicación de plasma convaleciente para curar el SARS-CoV-2 (COVID-19)?

Este método consiste básicamente en usar la sangre de un paciente recién recuperado, convaleciente, para lograr que otro que no se pueda recuperar por sus propios medios logre superarla. Recordemos que para recuperarse de la enfermedad, un paciente generaba varias veces el número de anticuerpos y linfocitos específicos que necesitaba para ello. Entonces en ese caso una transfusión de sangre de un paciente recuperado podría salvar a otro que estuviera en cuidados intensivos.

Según explica la revista científica The Journal of Clinical Investigation, en la propuesta del instituto Johns Hopkins de Salud Pública de Baltimore, Maryland, esta técnica para nada es nueva. La terapia pasiva con anticuerpos data de 1890, con las primeras transfusiones de sangre. El propio Bram Stoker habla de transfusiones de sangre en su novela Drácula, publicada alrededor de esa fecha. Ha sido utilizada para parar la mal llamada gripe española en 1918, contra la poliomelitis, el sarampión, las paperas e incluso el ébola en 2013. También contra la gripe aviar y el MERS. Sin embargo los primeros en usar esta técnica contra el coronavirus COVID-19, no son los estadounidenses sino, obviamente, los chinos.

Esta técnica entraña ciertos riesgos que es necesario valorar. Los riesgos se engloban en dos grupos:
los conocidos, como la transmisión de otras enfermedades desde los pacientes convalecientes a los que se pretende curar y los riesgos teóricos, como la ausencia de inmunidad por la superación pasiva de la enfermedad, es decir, el paciente curado de esta manera no tendrá una inmunidad permanente sino que solo será así durante semanas o meses, pudiendo volver a contraer la enfermedad. En China han usado esta técnica contra el COVID-19 desde febrero de 2020 y quizá sea esa la razón de que hayamos escuchado casos de personas reinfectadas por el virus. Seguramente se recuperaron por esta vía.

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¿Qué se necesitaría para realizar un buen estudio sobre esta técnica contra el SARS-CoV-2 (COVID-19) en España?

1º Disponer de una población de donantes que se hayan recuperado del COVID-19.

2º Instalaciones de bancos de sangre para procesar las donaciones.

3º Disponibilidad de ensayos serológicos para detectar SARS-CoV-2 en el suero y ensayos virológicos para medir la neutralización viral.

4º Laboratorios de apoyo de virología para realizar estos ensayos.

5º Protocolos terapéuticos y de profilaxis que incluyan ensayos clínicos aleatorios para evaluar la eficacia de cualquier intervención y medir las respuestas inmunes.

Por otro lado la compañía Takeda se está preparando para generar preparaciones de anticuerpos contra SARS-CoV-2 a partir de sueros convalecientes. Estas preparaciones altamente purificadas contienen una alta concentración de anticuerpos, son más seguros y tienen mayor efectividad. Sin embargo tardaría mucho más tiempo en estar disponible que el plasma convaleciente y es la batalla del tiempo la que hay que ganar.

Otro punto interesante de esta técnica es que puede usarse también para evitar que los sanitarios expuestos enfermen. Con unas dosis mucho menores que las que se usan como terapia podrían estar más seguros de no contraer la enfermedad. Esto es así porque se ha visto que es mucho más efectiva en fases tempranas de la enfermedad que como terapia sintomática cuando ya se ha pasado el período de incubación.

¿Cómo va a recolectar la sanidad pública el plasma convaleciente de COVID-19?

Se han establecido una serie requisitos que deberán cumplir los donantes que son los siguientes:

1º Los donantes deberán haber sido diagnosticados de COVID-19 por prueba de laboratorio.

2º Deberán haber resuelto completamente los síntomas, al menos 14 días antes de la donación y deberán tener dos pruebas de PCR negativas en un intervalo de 24/48 horas.

Hay que esperar 14 días desde que se tuvieron los últimos síntomas para asegurarse de no empeorar la enfermedad del receptor, ya que a través de la sangre podrían quedar virus si no se está del todo repuesto. Sin embargo, cuantos más días pasen después de superar la enfermedad más bajará el nivel de anticuerpos y linfocitos hasta el nivel de células memoria así que, si te has recuperado y vas a donar no esperes a que pasen 30, 25 ni 20 días, hazlo 15 días después de los síntomas, o lo antes que puedas para que el suero sea más inmunizante.

3º Los donantes serán varones sin antecedentes de transfusión. Solo se permitirán donantes femeninos sin historia gestacional ni abortos previos.

4º El candidato a donante será sometido a un reconocimiento médico previo a cada extracción, que garantice el cumplimiento de los criterios y requisitos establecidos en el RD 1088/2005

5º La serología y prueba NAT deberá ser negativa para los virus VHB; VHC; HIV 1-2 y también la prueba serológica para sífilis y/o cualquier otra enfermedad transmisible, teniendo en cuenta los antecedentes epidemiológicos del candidato.

6º Deberá presentar un resultado negativo para infección activa por SARS-CoV-2 mediante prueba genómica, con dos determinaciones negativas en el intervalo de 24/48 horas. Los potenciales donantes se remitirán a las instituciones dedicadas a la extracción y procesamiento del plasma sólo cuando el resultado de la prueba genómica sea repetidamente negativa.

7º Se asegurará la presencia de anticuerpos positivos frente al SARS-CoV-2.

8º Se deberán evitar las excepciones en los criterios utilizados de forma habitual en la detección de enfermedades infecciosas por el potencial riesgo de cometer errores graves. En nuestro país estos criterios se compilan en el RD 1088/2005 arriba referenciado.

Se extraerá el 15% de la volemia del donante no sobrepasando los 600 ml y se deberá dejar un intervalo de al menos 48 horas entre dos donaciones.

Si quieres tener más información del ministerio sobre este tema pincha aquí.

También se puede donar dinero a este y otros tratamientos contra el coronavirus o hacer propuestas de investigación, si eres investigador, pinchando en este enlace.

¿Qué debemos pensar de esta medida del gobierno contra el COVID-19?

Esta medida del gobierno no es la solución definitiva, recordemos que no confiere inmunidad a los pacientes sanados de esta manera, sin embargo es una solución eficaz para salvar muchas vidas, es solidaria, ya que va de un donante que ha superado la enfermedad a un receptor desconocido, es casi gratuita, solo se necesitan análisis de sangre y exámenes médicos y, lo más importante, es rápida en un escenario en el que la batalla que jugamos es el tiempo.